miércoles, 12 de noviembre de 2008

Una pelea contra ciclones

Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu

Hay recuerdos que se arrastran mientras se vive como el nombre propio o la edad. Momentos en que la vida tien
e sentido y ninguna filosofía es más abarcadora que aquella cual une a los hombres por un bien común en las circunstancias más difíciles.

Testimonios y supersticiones pasarán a la historia dándole a los huracanes un papel antagónico en esta perenne pelea cubana contra ellos. Del otro lado, los exorcistas de escombros, de inundaciones, muertes y desinformación: el pueblo; tienen mucho que contar y aún, por hacer.

Ike tocó tierras holguineras 64 días atrás por un punto del norte donde casi nada podía hacerle frente, a no ser un faro vetusto y la sangre fría de su torrero. Escrutó con su ojo los municipios de Banes, Rafael Freyre y Gibara, además de golpear con vientos y lluvia casi la totalidad de la provincia. Decenas de caballerías de cultivos dañadas, miles de casas impactadas total y parcialmente, cuantiosas afectaciones al sistema eléctrico y de las comunicaciones, fue el saldo de semejante bestia climatológica.

Los ojos incrédulos que nunca vaticinaron contemplar tal destrucción, ponían manos a la obra apenas las condiciones del tiempo lo permitieron. El llamado de recuperación no se hizo esperar como tampoco la conducción precisa de los órganos de mando y dirección, que junto al pueblo le devuelven al ambiente y los corazones la alegría.

Por Santa Lucía “El leñador” fue despiadado con su infraestructura, ni siquiera el monumento del encuentro entre culturas quedó incólume mientras el mar arrasaba la costa y todo lo que su lengua briosa alcanzó. Mas, ahora el tiempo se rige por otros vientos y otra marea.

Baste decir que más de 3 mil 800 familias han sido beneficiadas con recursos del estado para que sus moradas sean habitables. Entre recuperadas y facilidades temporales se distribuyeron 10 mil 968 tejas de fibrocemento, 9 mil 266 infinitas, 814 rollos de cartón de techo; además de 8,5 toneladas de puntilla, 119 mil 984 de cemento y 88 mil 112 metros cúbicos de madera aserrada. La lista incluye también tejas de donación con dimensiones especiales, las estructuras metálicas para sujetar cubiertas, puertas, persianas y otros accesorios.

“En nuestro municipio se pusieron a funcionar 42 ladrilleras entre estatales y particulares que elaboraron 16 mil 600 ladrillos, importante aporte a la reconstrucción de las viviendas dañadas. Hoy, de 18 mil 819 consumidores eléctricos afectados en septiembre, solo restan por solucionar dos casos, lo que es muestra de cuanto se ha trabajado por aquí”, manifestó Jorge Montero Sánchez, jefe del centro de dirección del Consejo de Defensa Municipal. Establecimientos tan importantes como escuelas y bodegas vuelven a abrir sus puertas, luego de restablecer 11 y 21 respectivamente. Aunque permanecen todavía mil 446 evacuados, 170 en albergues, no impidió que con la cercanía de Paloma, se pusieran a bien cuidado casi 3 mil personas en centros estatales de las 19 mil 748 trasladadas.

Las labores de desechos sólidos superó la cifra de 63 mil metros cúbicos, a la par que la siembra de alimentos se recupera luego de que, mil 666 hectáreas fueran golpeadas por el ciclón. Para ello es vital la óptima utilización de 25 molinos de vientos puestos en marcha nuevamente y 14 tractores que se encargan de la preparación de tierras. Entretanto, esperan por solución los cuatro teléfonos que siguen interrumpidos entre dos mil ya arreglados; y 6 mil 700 litros diarios de leche fluida se dirigen al consumo de niños y personas con dietas.

En este bregar diario de trabajo y nuevas energías, sorprendió a todo el oriente cubano la posibilidad de un nuevo impacto ciclónico. “En Rafael Freyre se activaron inmediatamente las nueve Zonas de Defensa. Se dispusieron de 34 albergues para los evacuados, la transportación se garantizó utilizando autos ligeros, camiones y ómnibus. En interés de la protección se movilizaron mil 183 personas, mientras todos los estudiantes internos regresaron a sus casas y 2 mil 552 turistas se reubicaron. En general, lo que tuvimos aquí solo fue un poco de lluvia, favoreciendo bastante la presa El Colorado”, puntualizó Jorge Montero.

Otro de los territorios gravemente impactado por el Huracán más grande del que se tenga conocimiento hasta ahora, fue Antilla, el de menor extensión geográfica. Allí, nos cuenta el funcionario del Consejo de Defensa Municipal, Raciel Perdomo que ya se han resuelto 931 viviendas, sobre todo con daños parciales de techo y 162 facilidades temporales.

Con una pequeña fábrica de bloques procedente de la Universidad Central de Las Villas junto a otras cuatro para las zonas más afectadas, aún en prueba, se han realizado 4 mil 102 bloques pudiendo alcanzar a máxima capacidad mil 500 diarios. Su estabilidad productiva sigue dependiendo del abastecimiento de áridos, pero es una buena alternativa como vía adicional en la microfabricación de materiales de construcción.

Los antillanos han trabajado con el mismo ímpetu con que Ike los golpeó, por lo que le dieron soluciones al 41, 6 por ciento de las viviendas afectadas. Para ello utilizan 8 mil 502 tejas de fibrocemento, 4 mil tejas de zinc de donación procedente de Venezuela, 972 rollos de cartón de techo, 130 toneladas de cemento y 12 de puntilla; entre otros recursos esenciales.

Por otra parte, se continúa prestándole atención a la agricultura con un total de 8, 8 caballerías sembradas de plátano, calabaza, maíz, yuca, frijol, arroz y hortalizas. La leche producida por el sector campesino abastece 12 bodegas completamente, así como la consumida por los niños del municipio, restando por cubrir 349 dietas médicas.

Racial Perdomo, señala que de las escuelas afectadas, ya funcionan 13 con la excepción del IPUEC Desembarco del Perry y el seminternado Miguel Salcedo, cuyas cubiertas se encuentran en almacén y constan de zinc proveniente de donación y fibrocemento, lo que les dará mayor resistencia.

“Hasta dos días atrás, se habían trasladado casi 43 mil metros cúbicos de desechos sólidos, mientras la energía eléctrica se comportaba al 100 por ciento de servicio a usuarios. Nos quedan 27 teléfonos interruptos y tres bodegas por reparar. Del ciclón aprendimos a utilizar los árboles caídos como combustible, tablas y otros medios útiles en la reparación de casas.

“Para la eventual cercanía de Paloma activamos las Zonas de Defensa, cuyo mecanismo funcionó con mayor rapidez, organización y agilidad que con el meteoro pasado. Aquí se evacuaron mil 37 personas en albergues y 2 mil 435 en casas de familias. Tanto los nueve centros de elaboración de alimentos como las comunicaciones con teléfonos satelitales garantizaron la información y atención del pueblo”, acotó Perdomo.

Esta temporada ciclónica no implantó record de impacto en el territorio nacional, pues en tres ocasiones anteriores la historia registró el paso de cuatro huracanes en un mismo año. Tampoco sufrimos un doble azote como las provincias de Pinar del Río e Isla de la Juventud. Sin embargo, para los holguineros, esta es una pelea de voluntades con muchos rostros trabajando por la recuperación. De esas manos nacerán otras alegrías, a pesar que la naturaleza se empeñe por empañarlas.

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