martes, 17 de julio de 2012
La transformación social comunitaria en Cuba
por Rubicel González y Hugo Arévalo
Durante siglos, los habitantes de Cuba no tuvieron muchas oportunidades de vivir plenamente, tanto en la Colonia como en la República, salvo aquellos que su estatus económico condicionaba las posibilidades de acceso a los servicios y oportunidades creadas para satisfacer las necesidades de un grupo escogido.
Hasta el triunfo de la Revolución, los cubanos accedían a los indicadores del nivel de vida precisamente de acuerdo a las posibilidades económicas y educativas que poseyeran. La apertura a la masificación de la cultura, la práctica del deporte, la salud y educación gratuita; así como la seguridad social, fueron cuestiones tratadas desde el mismo inicio de las ideas revolucionarias, una parte de ellas plasmadas por Fidel Castro en la Historia me Absolverá y puestas ya en práctica por más de medio siglo.
Quizás, la frase “Con todos y para el bien de todos”, enarbolada por José Martí, define las intenciones del proyecto sociopolítico que puso como centro al hombre, de ahí que en reiteradas ocasiones Fidel ha resaltado que nuestro principal recurso, son los humanos. No era de esperar entonces que además de los asuntos principales presentados en 1953, como la industrialización, la tierra o vivienda, también estuvieran las medidas para darle al pueblo toda la justicia, equidad e igualdad posibles.
Aparte de los fundamentos fundacionales y las circunstancias que dieron origen a la creación de los CDR y la FMC, ambas organizaciones de masas se caracterizan por su alcance y desempeño comunitario. Las dos impulsan la transformación objetiva y subjetiva de la gente. Sin ellas, buena parte del trabajo comunitario, ya sea asistencial o de nuevo tipo, no hubiera sido posible.
Hay que destacar además, el impacto que ha tenido la extensión de servicios claves a nivel local como los consultorios del Médico de la Familia, los círculos sociales, terrenos deportivos y espacios culturales, centros de capacitación e investigación, así como unidades económicas y productivas, en el bienestar de nuestro país.
La implementación de los adelantos científicos y técnicos a lo largo y ancho de la Isla, dieron al traste con las grandes diferencias entre barrios ricos y marginales, campo y ciudad. Así, la electrificación es uno de los logros más notables junto a la telefonía, redes hidráulicas y de alcantarillado, mejor confort y calidad en las viviendas, el trasporte, sobre todo hacia lugares intrincados, la disminución de zonas de silencio radiotelevisivas, el avance en la informatización de la sociedad; frutos que acortaron las brechas entre los distintos sectores de ésta.
Los derechos fundamentales de los cubanos están plasmados en la Constitución de la República de Cuba. Por ejemplo en los Fundamentos Políticos, Sociales y Económicos del Estado, dice el artículo 9 que el Estado “asegura el avance educacional, científico, técnico y cultural del país”. En el inciso b) sostiene como responsabilidad “que no haya persona que no tenga acceso al estudio, a la cultura y el deporte”. (2004, p.2)
Como otros derechos, la Carta Magna también refrenda la recreación en nuestra sociedad. En el Capítulo V se especifica que trata sobre Educación y Cultura, específicamente los artículos 39, inciso d), g), i). Este último señala que “el Estado promueve la participación de los ciudadanos a través de las organizaciones de masas y sociales del país en la realización de su política educacional y cultural”.
Desde el mismo 1959, aparecen varias instituciones, organizaciones y normas jurídicas que aparte de su papel histórico en esos momentos, condicionaron el futuro de Cuba desde la participación popular y las posibilidades de autorealizarse como ser humano.
En el encuentro con la vanguardia intelectual del momento, conocida como Palabras a los Intelectuales, quedaba definida la política cultural que la Revolución prescindía y podía ofrecer sin distinción de raza, sexo o procedencia social.
De este modo, amplio proceso de democratización de la cultura tiene lugar y momentos importantes se ponen de relieve desde 1961 con la Campaña de Alfabetización, que alfabetizó a casi un millón de personas (más de mil 200 alfabetizadores de Holguín).
Se instauran instituciones emblemáticas para la cultura del país, entre ellas la creación de escuelas formadoras de instructores de arte en cada una de las provincias. La extensión de los servicios culturales a las zonas rurales y montañosas, la existencia de una amplia infraestructura institucional dedicada a promover la creación artística y literaria, a la producción, circulación y difusión de bienes y servicios culturales, integrada por Casas de Cultura, Bibliotecas, Galerías, Museos, Teatros, Cines, Salas de Video, entre otras. (Sitio Web del Ministerio de Cultura).
Varios decretos y resoluciones dieron al traste con el papel que debe poseer la cultura para el pueblo y sobre todo, para el proceso sociopolítico iniciado desde 1959. Esa importancia la vislumbró siempre Fidel quien expresara que “Una Revolución solo puede ser hija de la Cultura y las ideas”.
Para lograr la diversificación, su presencia en cada espacio del país, surgen los programas territoriales, los cuales expresan la política cultural teniendo en cuenta las particularidades de cada lugar. Se elaboran a partir de un diagnóstico que tiene en cuenta los antecedentes histórico-culturales de cada sitio, sus tradiciones, las características específicas en el orden social, económico y cultural en general.
Una de las ideas de construir y disfrutar de una sociedad más preparada científicamente, con sólidos conocimientos de diversa índole y de amplio acceso a ese programa; fue la que dio origen a la formación del pueblo en una Cultura General Integral. Así lo expresaba el propio Fidel en 2002 a la Agencia de Noticias Prensa Latina, donde se aseguraba que toda Cuba sería una gran universidad.
Dos años después, recalcaba que la cultura general integral era el único antídoto eficaz contra los intentos de globalizar la cultura de dominación, manipulación, idiotización e individualismo que hipnotiza y margina a millones de seres humanos. (Diario Granma en Internet, 2004)
Al intervenir en el II Taller Nacional "La Universidad en la Batalla de ideas" en 2002, aseveró que esa conviccion parte de las infinitas posibilidades de trasmitir conocimientos y la posibilidad de Cuba de construir una sociedad culta y humana, con sólidos conocimientos y valores, pensamiento propio y una clara vision acerca de la justicia y la solidaridad.
Varios programas impulsados desde 1999 perseguían convertir a la Isla en el país más culto del mundo, y aunque el eslogan hoy parezca ambicioso, lo cierto es que el surgimiento de la Batalla de Ideas cambió la vida de los cubanos.
Fue la década del surgimiento de los dos canales educativos donde se divulgaban e impartían varios cursos por television sobre arte, historia, geografia y ciencias, conocidos como Universidad para Todos, que eran la columna vertebral para el sistema educativo regular y otros irregulares como la Universidad del Adulto Mayor, el Curso de Superación Integral, los de obreros, Maestros Primarios, Trabajadores Sociales, Instructores de Arte y en fin, todo el que deseara conocer y aprender.
Otro propósito del gobierno cubano, como manera de descentralizar los servicios culturales y garantizar el acceso popular a los canales de información y recreación sana; fue la apertura de las salas de televisión o video. Estas surgieron en localidades intrincadas fundamentalmente donde no existía energía eléctrica beneficiando a más de medio millón de personas en las más de mil 800 salas. (Sitio de Cubasolar, 2004)
Estos locales se convirtieron en el centro de la vida sociocultural de esas zonas puesto que vinculaba no solo la de proyectar materiales audiovisuales, si no también promocionaban actividades, minibibliotecas, juegos de mesa; incluso en algunos sitios, es donde se convocan las reuniones del CDR o trabajan fisioterapeutas como en El Cedrito a cinco kilómetros de Sagua de Tánamo, Holguín.
De igual importancia por su impacto comunitario es el programa de Joven Club de Computación y Electrónica, una red de centros tecnológicos que surge el 8 de septiembre de 1987, con el objetivo de contribuir a la socialización e informatización de la sociedad cubana. Misión de proporcionar una cultura informática a la comunidad con prioridad hacia niños y jóvenes, desempeñando un papel activo, creativo y de formación de valores en ese proceso. (Sitio Web Joven Club de Computación y Electrónica, 2011)
No caben dudas que uno de los programas de mayor impacto es el de Instructores de Arte. Aunque su surgimiento se remonta a 1961 en el año 2000 se retoma la idea de la creación de nuevas escuelas con estos fines. En los momentos actuales sus objetivos principales son impartir talleres de apreciación-creación en escuelas primarias, secundarias básicas, politécnicos, escuelas de conductas y preuniversitarios con el fin de convertirlas en los Palacios de Pioneros de la comunidad transformando su entorno sociocultural y creando un estilo propio donde se integre lo artístico, lo humano y lo patriótico para propiciar la asimilación de juicios críticos y gustos estéticos correctos desde la más temprana edad. (Enciclopedia Colaborativa Cubana EcuRed, 2011)
Con el surgimiento del INDER el 23 de febrero de 1961, se garantiza la satisfacción de necesidades recreativas de la población, a partir de la diversificación de ofertas según gustos y preferencias en correspondencia con los diferentes sectores poblacionales, incrementando los niveles de participación, así como disciplinas recreativas, contribuyendo a la calidad de vida y ocupación sana del tiempo libre. (Pérez, A. 2010, p.187)
Hasta 2007 se han formado 43 mil licenciados en cultura física, que al sumarse con los de nivel medio superior, llegan a 82 000 profesionales en la rama de la cultura física y el deporte - lo que equivale a uno por cada 342 habitantes, 64 profesionales por cada uno que existía en 1959. Hay más de 11 mil 523 instalaciones deportivas, lo que le permite al pueblo cubano a acceder a todas las formas posibles de prácticas deportivas.
En general Cuba está ubicada desde hace más de tres décadas entre los 10-11 mejores países del mundo, en el campo del deporte mundial, y ocupa los primeros lugares en el hemisferio americano y la zona de Centroamérica y el Caribe. El país tiene en toda Iberoamérica, la segunda tasa en por ciento, por la cantidad de medallas alcanzadas en Juegos Olímpicos, en relación con la cantidad de habitantes, a razón de 2,52 por cada 100 mil habitantes. (Sitio Web Revolución Cubana, 2009)
Actualmente, la política iniciada por nuestro gobierno hace poco más de cinco décadas, se reafirma en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobado en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba en abril de 2011. El lineamiento 163 sobre la cultura, dice:
Continuar fomentando la defensa de la identidad, la conservación del patrimonio cultural, la creación artística y literaria y la capacidad para apreciar el arte. Promover la lectura, enriquecer la vida cultural de la población y potenciar el trabajo comunitario como vías para satisfacer las necesidades espirituales y fortalecer los valores sociales.
Bien claro aparece también las intenciones del gobierno cubano para la práctica y fomento del deporte, pues el lineamiento 161 así lo recoge.
Priorizar el fomento y promoción de la cultura física y el deporte en todas sus manifestaciones como medios para elevar la calidad de vida, la educación y la formación integral de los ciudadanos; para ello concentrar la atención principal en la práctica masiva del deporte y la actividad física, a partir del reordenamiento del sistema deportivo y la reestructuración de su red de centros.
Nadie duda que las conquistas más significativas de la Revolución sean la salud y educación. En tal sentido, el proyecto de lineamientos da amplia cobertura a mantener e incrementar los niveles de eficiencia y calidad. También deja entrever el protagonismo de las comunidades como impulsoras de indicadores superiores de bienestar social.
De esta forma el lineamiento 159 sobre salud dice, “Fortalecer las acciones de salud en la promoción y prevención para el mejoramiento del estilo de vida, que contribuyan a incrementar los niveles de salud de la población con la participación intersectorial y comunitaria”.
Por otro lado, en el Capítulo II del documento base para la Primera Conferencia Nacional del PCC, el articulo 43 recoge: “Incentivar la participación real y efectiva de la población en la ejecución de proyectos que estimulen la iniciativa y rindan frutos concretos para el desarrollo local”.
Mientras el número 61 indica:
Perfeccionar la enseñanza y divulgación de la historia de Cuba, en el interés estratégico de fortalecer la unidad nacional y promover la comprensión sobre el origen y desarrollo de la nación, en la consolidación con un pensamiento propio, guiado por la idea de justicia, la tradición patriótica, solidaria e internacionalista de nuestro pueblo. (2011)
Algunas cifras comparativas sobre los servicios de salud en Cuba antes y después del triunfo revolucionario, muestran la aplastante diferencia y resumen la voluntad del país para permanecer entre una de las naciones con mejores indicadores en el mundo. Por ejemplo, en 1958 la esperanza de vida era de 62.3 años y al cerrar 2011 alcanzó los 77,9 años.
El desarrollo sociocultural en Cuba, ya sea por medio de la recreación o no, sobre todo en la última década, ha hecho hincapié en realizar sus actividades de manera que contribuya al crecimiento integral de las personas y su formación partiendo de los valores y el contexto de nuestra sociedad.
Puede decirse que institucionalmente el tema de la educación popular y la recreación está bien estructurado en su concepción, incluso es efectivo y palpable en centros educacionales y de recreación, no con igual suerte en las comunidades y dentro de estas, las rurales.
Como lo señalan algunos sociólogos de comunidades rurales (Martínez Casanova, M., Figuera Matos, D. & Fajardo Nápoles, L.), la vida en estas está permeada por factores y características específicas basadas en una forma de vida que pone por delante hábitos y oportunidades sociales, ambas pueden ser positiva o negativa de acuerdo a la manera de manejarlo y cómo la gente se apropie de los instrumentos necesarios para generar desarrollo.
El contexto rural aporta elementos favorables para el trabajo social tales como sentido de pertenencia e identidad pronunciada, profundos mecanismos de relación e interrelación social, especialmente familiar y parental.
De tal manera el trabajo social en las comunidades rurales busca promover cambios mediante la plena participación como vía de ayuda, que permita a los sujetos comunitarios conocer la vida cotidiana y orientarse hacia el logro de una conciencia crítica para la transformación en el proceso de auto desarrollo.
Asimismo, persigue promover el protagonismo de los factores endógenos de la comunidad rural. Hacer actividades orientadas a elevar los procesos de cooperación, integración e implicación de los sujetos e instituciones en los procesos de transformación. De esta manera se fundamenta el realizar una estrategia de intervención sociocultural en la comunidad rural La Macagua.
En Cuba, la UNICEF es una de las organizaciones internacionales que más trabaja la calidad de vida en todos los ámbitos con carácter educativo, medioambiental, sostenible y de autodesarrollo.
En la provincia Holguín existe uno de esos proyectos. Ubicado en Urbano Noris, la Casa Taller “Reparadora de Sueños” es el centro cultural participativo donde los niños y las niñas desarrollan todas sus habilidades artísticas, deportivas e intelectuales. Este proyecto pretende apoyar esta importante labor que fomenta su derecho a una recreación sana.
Otras organizaciones y organismos con esa responsabilidad como Cultura y Deporte, son los encargados fundamentales de poner en práctica los proyectos aunque los Trabajadores Sociales e Instructores de Arte también asisten. Aún, llevar la transformación a la comunidad mediante intervención social presenta fisuras, deficiencias y casi nunca se alcanza con el seguimiento y multidisciplinariedad que debiera.
Maria Emilia Rodríguez, quien es especialista de programación en la Dirección Municipal de Cultura de Holguín, explica que el departamento de programación planifica actividades de acuerdo a gustos y preferencias de la población. Acciones que salen del diagnóstico realizado en las comunidades, la cual es ejecutada por los promotores culturales. Otro objetivo de esta instancia a nivel local es divulgar y promocionar el talento del territorio.
Todos los meses los delegados de circunscripciones deben recibir del promotor cultural en su reunión de promoción ese plan de actividades, que no siempre se cumple. A veces las actividades de cultura se ligan con las del INDER como en los Planes de la Calle. Las fiestas de barrio se planifican los domingos en sitios donde no llega la cultura y otros servicios, sobre todo en los 10 consejos rurales, algo intermitente y esporádico.
Los instructores de arte tienen como responsabilidad cuatro horas semanales para realizar actividades en la comunidad, grupos, individuos e instituciones. Hay comunidades en que ese vínculo se ha logrado pero en la mayoría no ocurre así.
Impacto fundamental en las investigaciones y transformaciones de las comunidades en la última década, estuvo el programa de Trabajadores Sociales, creando proyectos de intervención social encaminados a la transformación del barrio y fundamentalmente de las familias como célula fundamental para el desarrollo de la sociedad. En las 248 circunscripciones del municipio existían a fines del 2011, 150 proyectos de intervención, sobre todo en barrios con desventaja social como los marginales. El trabajo social se potencia con buena incidencia en comunidades rurales como Pedernales, Sao Arriba y El Purial.
Producto a tareas que el programa enfrentó en su momento, la gente vio a los trabajadores sociales netamente como entes de servicios sociales, asistencialistas y no como gestores del desarrollo sociocultural. Una vez que el programa se integre a las direcciones de Trabajo en cada territorio, de más de 500 profesionales, deben quedar 215, que no cubrirán a uno por circunscripción.
Entre los estudios anteriores hay algunos intentos de trabajo comunitario integrado en el municipio Holguín. El más conocido es en el reparto Alcides Pino y también en otros Consejos Populares como Alex Urquiola donde se interviene en problemas materiales acumulados en el tiempo, inherentes a estos barrios marginales, como los viales, la vivienda y otros servicios sociales. Principalmente se atiende desde lo asistencial y formación de valores, actitudes y sentimientos que caracterizan nuestra sociedad.
Otra de las instituciones esenciales en la prevención y educación a escala masiva es el Centro Provincial de Promoción de la Salud. Sobre sus hombros recaen diversas tareas de carácter instructivo y de capacitación que permiten gozar de mejor calidad de vida a la población en general, pero específicamente en grupos de riesgo como embarazadas, diabéticos y niños, así como campañas contra la tuberculosis, el VIH o la influenza.
Para tales propósitos los profesionales y especialistas de este centro ejecutan talleres, visitas y planes de trabajo en conjunto con varios organismos cuyo objetivo fundamental es divulgar y prevenir en los tres niveles que estudia el Trabajo Social: individual, grupal y comunitario, usando para ello recursos y medios locales en actividades planificadas por otros como las Fiestas de Barrio o centros docentes.
La idea es poder hablarles a las personas cara a cara, en ese sentido es vital la acción del médico y enfermera de la familia. Otra vía de incidir en la calidad de vida por medio de la salud comunitaria, es con la puesta en marcha de lo que se conoce como “brigadista sanitaria”, quien la FMC impulsa y está apta para ejercer su actividad pedagógica y brindar servicios elementales como primeros auxilios.
Existen convenios de trabajo entre salud y educación, donde conocido como el plan director, el docente debe en algún momento de su clase hacer alusión a aspectos de prevención como alcoholismo, higiene o plantas medicinales. De ahí que cada escuela tenga un promotor de salud para tales menesteres. Cooperación semejante también se da con los CDR, la ANAP y otros sectores enclavados en las comunidades cubanas.
La carrera de Estudios Socioculturales, muy unida al Trabajo Social entiende como parte de su concepción formativa, la de preparar a un gestor de los procesos culturales que favorezca la creación y el desarrollo de la cultura, a partir de acciones de investigación, promoción, animación, preservación, y la capacitación de los actores sociales. Sin estos indicadores no puede existir transformación social posible.
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