martes, 15 de noviembre de 2011

Localidades para el desarrollo en Holguín

Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
Corría pleno período especial con su atroz impacto, pero un grupo de personas en Yareyal, a unos kilómetros de la ciudad de Holguín, no se amilanaban. Fueron capaces de producir jamón, pastas de tomate, dulces...todo con la iniciativa y el apoyo de la comunidad: la chispa colectiva venció los obstáculos.
“Producían más de un millón de pesos al año. Obtuvieron el alumbrado público muy fácil: recogieron la chatarra y se la cambiaron a Materias Primas por bombillos, nadie vino a decírselo. Eso es innovación social”, recuerda María de los Ángeles Arias, coordinadora del grupo de desarrollo local en la Universidad de Holguín.
Aunque para esa fecha, el desarrollo entendido desde los espacios más cercanos a la gente, no era nada nuevo, lo cierto es que la década del 90 fue aciaga para su generalización.
Según expresa el libro Desarrollo Local en Cuba: Retos y Perspectivas, la etapa estuvo permeada por problemas de estilos y métodos de trabajo; entre ellos, el verticalismo, la escasa participación e integración y las dificultades de liderazgo del delegado.
Años después, aún persisten insuficiencias en la provincia que muestran de esta concepción, aislados resultados debido en buena parte a factores subjetivos. Así lo indica el que solo estén aprobados siete proyectos en los 14 territorios de Holguín, que cubren una ínfima parte de los 2,3 millones de CUC que el Gobierno Nacional destinó para el desarrollo local y las iniciativas municipales aquí.
Los siete proyectos se refieren a: incremento de leche y carne, dos en Gibara, uno de producción de aceite en Calixto García, dos de construcción de colchones en Holguín, uno de producción de artículos utilitarios a partir de desechos biológicos en Moa y uno de producción de Trofin en Holguín. Son los únicos aprobados por el Consejo de Administración Provincial.
El desarrollo local en nuestro contexto es de reconocida importancia por su utilidad en la diversificación de producciones, la creación de fuentes de empleo y la educación para la vida colectiva. Permite a su vez tomar parte en las decisiones, promover la equidad y darle a la gente el poder de transformarse endógenamente.
De utilidad estratégica lo refiere el lineamiento 207 aprobado recientemente en el 6to Congreso del PCC y el material de discusión a la primera Conferencia Nacional de esta organización, expresa: Incentivar la participación real y efectiva de la población en ejecución de proyectos que estimulen la iniciativa y rindan frutos concretos para el desarrollo local.
Sin embargo, los pasos del desarrollo local en nuestra provincia todavía requieren mayor concreción y alcance, sobre todo a la hora de ejecutar el análisis de factibilidad de una idea y determinar con precisión el presupuesto necesario para el proyecto. Hay que insistir más en la formación de los actores locales pues varios territorios no han definido sus propuestas, asegura Alexis Cordovés, vicerrector de investigaciones y postgrado de la universidad Oscar Lucero Moya.
“El desarrollo no solo es economía y producción de alimentos es inclusión social, igualdad de género. Estamos construyendo una nueva visión del desarrollo con los saberes académicos y los colocados en los territorios, que sean interpretados desde abajo como una alternativa posible y no como una idea surgida a nivel nacional. Es necesario eliminar la brechas y desigualdades entre las personas y los territorios”, dice Arias.
Es que los municipios no tienen costumbre en la presentación de propuestas de proyectos, explica la Coordinadora, no tienen capacidad instalada para dar respuesta inicialmente a esas propuestas. Es es el momento para que los actores municipales presenten las posibilidades de lograr una economía autogestionaría; filosofía en la que no existe tradición, quizás por los tantos ejemplos de burocratismo, insuficiencia financiera o falta de creatividad.
“En estos momentos están en el escenario territorial actores emergentes como cuentapropistas y usufructuarios rurales y necesariamente habrá que prepararlos para que interpreten su papel. Creo este es un excelente contexto para las iniciativas; las comunidades y Consejos Populares cuentan con libertades para proponer ideas al Gobierno de su municipio y nuestra misión es cambiar la visión del desarrollo, inculcar una cultura descentralizada”, asevera Arias.
Universidad para el desarrollo
La universidad como institución es uno de los actores más protagónicos del desarrollo, trabajo que desde algún tiempo se articula estrechamente con los gobiernos locales en la asesoría y capacitación a ese nivel. El estudio que ejecuta la Universidad de Holguín ayuda a identificar las necesidades, limitaciones y potencialidades de los territorios, tales como el capital humano, social y cultural existentes en ellos.
“Las nueve líneas de investigación de la universidad están presente en esta concepción, dándole una perspectiva multidisciplinaria para ofrecer la respuesta eficiente a los problemas que hoy existen”, indica Cordovés. Objeto de la gestión de proyectos son fundamentalmente la producción de alimentos, las fuentes renovables de energía y la producción de materiales de la construcción, entre otros.
Uno de los logros del centro estudiantil en conjunto con la universidad de Girona en España, es la conformación de un material mixto con fibras de henequén, cuya fabricación y aplicación puede ser significativo a nivel local. Asimismo, la Casa de Altos Estudios, iniciara próximamente la Especialidad en Desarrollo Local, acertada decisión que debe redundar en asesores y gestores capaces de hacer el futuro pensando en clave local.
Municipio Holguín
La principal necesidad del territorio es sobre la producción de alimentos, de ahí que el sector de la agricultura conquiste el protagonismo que se espera. “Aunque se ha insistido bastante, llamamos a que los organismos elaboren proyectos pues aún es insuficiente. El municipio cuenta con 2 millones de pesos y 155 mil CUC para el desarrollo local”, explica Isnalvis Martínez, vicepresidenta para la economía del Gobierno Municipal.
Una parte de ese monto ya esta destinado, según el estudio de inversión, para los tres proyectos que deberán iniciar en un futuro próximo. Estarán ubicados en la UBPC Piti Fajardo, industrias locales en Mayabe y el basar de los artesanos del bulevar donde los cuentapropia radicarán con carpas y demás condiciones. Los tres están aprobados en la comisión municipal y se valora en la provincial.
También se trabaja en el proyecto del hotel Majestic con el fin de usar capacidades para comercializar en divisas, además del Patio del Bolero pero todavía no son aprobados, la falta de capacitación y seguimiento son problemas latentes. Tampoco esta definido el monto y la cuenta a la que entrará el dinero proveniente de los impuestos de los casi 14 mil cuentapropistas.
“Los proyectos pueden ser solicitados por CPA, CCS o productores individuales. En este caso, debe presentarse en el grupo municipal de desarrollo local donde se le entrega los requerimientos para conformar el proyecto conjuntamente con la ficha de costo”, añade Martínez.
Como muestran los estudios sobre el tema y la experiencia práctica, el desarrollo local en Holguín enfrenta el reto de sobreponerse a sus propias limitaciones locales y sobre todo, a los actores de ese proceso. La salud de esta estrategia solo alcanzará su cúspide cuando la gente deje de ser objeto y se conviertan en sujeto de la transformación. Crear, proponer, gestionar son palabras claves que toda comunidad debe conocer y aplicar.

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