El Primero de Mayo por un mundo mejor

Por Rubicel Gonzñalez
rubicel@ahora.cu
Debo confesarlo: a estas horas quisiera estar en medio de la Plaza Mayor General Calixto García de Holguín y sentir el calor de toda esa gente que allí desfila. Hoy, como otros trabajadores de la salud o aquellos servicios indispensables a la población, ocupo en posición de periodista, mi lugar de combate detrás de una computadora para apoyar desde aquí el Primero de Mayo.
Temprano, antes de levantarme, las casas estaban con luces prendidas como una gran lumbrera, quizás hasta diría que algunos no durmieron para que a las cuatro de la madrugada el sueño fuese menor. Por todos lados se escuchaban pasos, puertas que se cerraban con toda la familia fuera, personas apurando los más remolones con la jarana característica del cubano. Por eso ésta es Cuba, toda una efervescencia de hombres y mujeres que llevan en su cuerpo los colores de la Enseña Nacional.
Ya en la calle, mientras hacíamos nuestro acostumbrado viaje de recogida a otros compañeros, pudimos comprobar que era una hola de pueblo que se dirigía, como una gran migración, hacia la plaza. Unos en bicicleta, otros caminando, en coche tirados por caballos u ómnibus, por doquier se respiraba el ambiente de desfile. Carteles, polloveres alegóricos y banderitas cubanas se encontraban en manos de jubilados, amas de casa, niños, profesionales y estudiantes.
El pueblo holguinero llenará la Plaza, no me cabe dudas, las voces reafirmaran la unidad, firmeza y victoria. Entre ese mar humano estará presente Fidel y Raúl, la demanda por la liberación de los Cinco Héroes presos injustamente en los Estados Unidos y la solidaridad con el mundo.
En todo el mundo hoy habrá marchas, pero dudo alguna iguale las de Cuba. En esas regiones una pregunta no se hará esperar ¿Por Qué los cubanos son así? Desde aquí me atrevo a responderle con la modestia de un trabajador: porque creemos y luchamos por un mundo mejor.