jueves, 14 de abril de 2011

Nuevas tecnologías de la construcción en Holguín


por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
La presencia de necesidades apremiantes y el desarrollo científico-técnico, supuso la búsqueda de materiales y procesos en la construcción, adecuados a las características del país, que fueran más eficientes y ahorradores. En la provincia se emplean variadas y nuevedosas tecnologías, en viviendas sobre todo, donde la utilización de poliestireno expandido o polimax se vuelve cotidiano, cada vez con criterios más positivos sobre sus bondades.
Usado en la mayoría de los casos en losas, entrepisos y paredes, su empleo disminuye el consumo de componentes tanto de hormigón como acero. Así lo afirma Adolfo Quintana, jefe de obra en el asentamiento Pueblo Nuevo de Gibara, donde el popular “poliespuma” llegó para quedarse pues este año 92 casas deben concluirse.
“El sistema supone economizar grandes cantidades de madera en cofre, además de aligerar la cubierta y gozar de excelentes propiedades acústicas. El tradicional requiere 21 días para completar el fraguado y retirar cofre, pero con esto, 72 horas después de hormigonear, queda libre y se “repella”. Además no precisa acero si no alambrón electrosoldado confeccionado en forma de malla”, acota Quintana.
La brigada de la ECOI 19 y la Tarea Confianza, se encargan de ejecutar las edificaciones de tres niveles donde la grúa no es indispensable a la hora de colocar el techo. A simple vista, un bloque de polimax de 3.07x 0.6 x 0.15 metros de largo, ancho y espesor, respectivamente; da la sensación de gran peso, sin embargo, entre dos hombres lo cargan con la vigueta de soporte adherida a él.
Pueblo Nuevo y Caletones, así como edificaciones aisladas, demuestran importantes resultados en los avances tecnológicos aplicados al sector constructivo, explica Fernando Lee, director de desarrollo en el Grupo Empresarial de la Construccion en Holguín. Moa, es territorio donde se trabaja simultaneamente más de uno de estos procedimientos de nuevo tipo.
Allí se aplicó satisfactoriamente el cemento hidrófugo, de factura nacional, fruto de la creatividad del Grupo Empresarial del Cemento y el Centro Técnico para el Desarrollo de los Materiales de la Construcción, el cual permite conformar pendientes. Durante el proceso de producción industrial, el cemento recibe pequeñas partículas de cera de caña, que le permite sellar la superficie una vez fraguado el hormigón.
También se utilizó en la tierra del Níquel, el sistema Casaforma: paneles de poliestireno expandido con doble malla de refuerzo estructural mínimo. Los mismos son recubiertos con equipamiento especializado, capaz de inyectar hormigón y conformar así la estructura.
Otra novedad constructiva usado actualmente en Cuba debe iniciarse aquí una vez concluido estudios e investigaciones de factibilidad, como es el caso del mortero LIA, a base de cemento, recebo y poliestireno molido. Éste, recubre principalmente cubiertas ligeras de zinc, abestocemento y otras, aportándoles mayor resistencia, impermeabilización y reducción de calor.
En nuestra provincia, como en Pinar del Río, se realiza la prueba experimental con el Sistema Estructural Reforzado(SER), financiado por el programa Un-Hábitat. La idea es que el prototipo funcione y después hacerlo extensivo al resto del país. Se compone de paneles de ferrocemento armado y refuerzos de alambre y malla donde el hormigón solo requiere arena y cemento.
Por otro lado avanzan los métodos de Vigueta+Plaqueta y Losas Canales, tan económicas que solo cuatro metros cúbicos de hormigón bastan para cubrir un área de 70 metros cuadrados. Ambos soportan hasta cuatro niveles de altura, no requieren encofrado y el consumo de material decae hasta tres metros cúbicos de hormigón por vivienda. En el caso de la Vigueta se puede levantar sin necesidad de grúa por lo que además facilita se abaraten los costos y el tiempo de ejecución.
Lee es de la idea que la tecnología tradicional usada actualmente en Holguín no es del todo segura, puesto que no cumple con los requerimientos precisos en sus elementos estructurales como el empleo de columnas amarradas con muros y la viga de cerramento a la altura de la losa.
“Contrario a lo que popularmente se cree, lo económico y ligeresa de estos nuevos procedimientos no es factor de riesgo para su resistencia y durabilidad. Su estructura, conformado como un disco rígido, ayuda a distribuir las fuerzas en todos los elementos estructurales. Gracias a ese diseño pueden soportar fuerzas sísmicas”, concluyó.
Razones más que suficientes para apostar por tecnologías seguras y económicas que incrementen la capacidad constructiva de un país cuyo fondo habitacional es golpeado por el paso del tiempo y los huracanes. Sin embargo, cómo trabajar con ellas a nivel popular puede que sea la tarea de primer orden para el futuro.

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