martes, 20 de febrero de 2007

¿Águila o cordero?


Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
Otra vez la sombra de la guerra recorre el mundo, nuevos planes de Washington pretenden atacar militarmente a Irán. Como parte de las tantas mentiras encausadas para justificar una agresión, en esta oportunidad, se habla entre otras variantes, de que el gobierno iraní le suministra material bélico a la resistencia popular en Irak.
El cinismo de la administración Bush no encuentra fin ni argumento que le permita salir a flote de su propio pantano. En cada nueva patraña, ya sea comunicativa o de otra índole, solo consigue quedar en ridículo y camuflajar sus errores con políticas hegemónicas y “mesiánicas”.
En la semana anterior, declaraciones del Presidente de la Casa Blanca, acusaron a la “Fuerza Quds”, supuesta unidad élite del gobierno persa, de “proporcionar dispositivos y explosivos a las redes dentro de Irak. Sabemos eso-dijo-. Y sabemos también que la Fuerza Quds es parte del Gobierno iraní. Es una certeza”.
Sin embargo, muchos dentro de su gabinete, dudan de la veracidad de estas afirmaciones a pesar de que el Pentágono presentara un manojo de fotografías como supuestas pruebas incriminatorias. No obstante, el señor “W” considera imposible llegar a un acuerdo para evitar una confrontación entre ambas naciones, máxime cuando políticos como el ex secretario de Estado James Baker, considera imprudente.
Mientras el Imperio se empavona con las bravuconadas que acostumbra, ya se habla de un eventual ataque a Irán en la primavera del 2008 antes del término del mandato de Bush, aunque algunos analistas consideran que este mismo año podría suceder puesto que existe despliegue de tropas en la zona.
A partir del golpe terrorista del 2001 Estados Unidos, con la imposición de su doctrina de acabar con el “eje del mal” en cualquier “oscuro rincón del planeta”, conjuntamente con la OTAN, ha puesto en riesgo la paz y el equilibrio en el Medio Oriente.
Hechos caracterizados por la supremacía y el vandalismo, como las invasiones y posterior ocupación de Afganistán e Irak, prueban las intenciones de Estados Unidos en el afán de obtener el poder político y económico por medio de la dominación militar en el área. Aunque, sus voceros se esfuerzan en hacer creer que el Imperio busca la paz, luego de la derrota de los republicanos y el fracaso en el país mesopotámico.
En esa “misión” anduvo la Rice por la zona, quien parece olvidar el apoyo y consentimiento de la Casa Blanca en el ataque al Líbano por Israel el año pasado, y los 3 mil 200 millones de dólares que les entregan en armamento anualmente. Sin hablar además, de la masacre civil en Palestina, los asesinatos selectivos y la construcción del muro fronterizo como parte del genocidio en Gaza y Cisjordania; en los cuales el águila imperial ha dejado las huellas de sus garras.
Preocupante es para la comunidad internacional lo que acontece en esta parte del mundo donde prolifera la violencia, el caos, el hambre y los enfrentamientos étnicos. Con el fin de hallar una solución pacífica fue creado el “Cuarteto para el Medio Oriente”, integrado por Naciones Unidas, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia. Esta última, esperanzada en las relaciones especiales con los países árabes e Israel.
No caben dudas que el planeta se estremece, no sólo con los sucesos que ilustran la destrucción de la especie humana, sino también con la hipocresía y el derecho con que Bush y su gobierno manejan los destinos de los pueblos e imponen su doctrina. A nadie le sorprenderá que detrás de ese traje de cordero arrepentido se esconde la ideología imperialista.

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